miércoles, 28 de mayo de 2008

Sistema musculosquelético (II)

Los trastornos debidos a la vibración también se asocian a un aumento en el grado de mecanización. Los trabajadores de la industria alimentaria no son una excepción, aunque tal vez el problema no sea tan grave como en otros sectores. Los miembros de este colectivo que utilizan máquinas, como sierras de banda, mezcladores y cuchillas, están expuestos a las vibraciones. Además, las bajas temperaturas elevan la probabilidad de sufrir este tipo de trastornos en los dedos de la mano. Un 5 % de los participantes en el estudio finlandés mencionado pade cieron un nivel de vibración elevado, y un 9 %, intermedio.
Una exposición excesiva a la vibración provoca, entre otros problemas, trastornos musculosqueléticos en las muñecas, los codos y los hombros. El tipo y el grado de las dolencias dependen de la clase de máquina, del modo en que se emplee y del nivel de oscilación en cuestión. Una vibración elevada puede dar lugar al crecimiento de protuberancias en los huesos y la destrucción gradual del hueso en la articulación, lo que produce fuertes dolores y/o una limitación de la movilidad.
La rotación de trabajadores como vía para evitar los movimientos repetitivos puede reducir el riesgo mediante el reparto de la tarea crítica entre los miembros de un grupo. El trabajo en equipo mediante la rotación de tareas o la manipulación de sacos de ingredientes pesados o incómodos por dos personas puede reducir el estrés soportado por un solo trabajador en el manejo de materiales. El mantenimiento de herramientas, y en especial el afilado de cuchillos, desempeña asimismo un papel importante. Un equipo ergonómico de trabajadores de gestión y producción puede abordar mejor estas cuestiones a medida que se plantean.
Los controles técnicos se centran en la reducción o la elimina- ción de las tres causas principales de problemas musculosquelé- ticos: fuerza, posición y repetición. El lugar de trabajo debe ser analizado para detectar los cambios necesarios, incluido el diseño de los puestos de trabajo (favoreciendo la ajustabilidad), los métodos de trabajo, las ayudas automáticas o mecánicas a la realización de tareas y las herramientas de mano adecuadas desde el punto de vista ergonómico. Debe impartirse una forma- ción apropiada a los trabajadores que utilizan cuchillos sobre el afilado de estos instrumentos para minimizar la fuerza aplicada. Además, los centros de producción deben ofrecer instalaciones de afilado adecuadas y evitar el corte de carne congelada. La formación facilita a los trabajadores la comprensión de la causa y la prevención de los trastornos musculosqueléticos. Refuerza la necesidad de utilizar correctamente las herramientas
y las máquinas específicas para cada tarea. Asimismo, debe animar a los trabajadores a declarar los síntomas médicos que presenten a la mayor brevedad posible. La supresión de intervenciones médicas más invasivas mediante la restricción de tareas y otras medidas de atención moderadas es un método eficaz de tratamiento de estas dolencias.

sábado, 24 de mayo de 2008

CARACTERISTICAS PSICOSOCIALES DE LOS TRABAJADORES EN EL MAR

Eva Munk-Madsen

Dos aspectos revisten especial importancia en las características del trabajo de pesca en el mar. El primero es la cuestión de la escala y la tecnología. Las pesquerías pueden dividirse en: pesquerías de pequeñ a escala, artesanales, costeras o de aguas interiores; y pesquerías de gran escala, industriales, de altura, en aguas lejanas o profundas. Las condiciones psicosociales de trabajo y vida de los miembros de la tripulación en la pesca a pequeñ a escala difieren tremendamente de las condiciones a que se enfrentan las tripulaciones de los buques de gran escala.
El segundo aspecto es el sexo. Los buques de pesca suelen constituir entornos formados exclusivamente por tripulantes masculinos. Si bien existen excepciones tanto en la pesca a pequeñ a escala como en la de gran escala, las tripulaciones unisexuales son las más frecuentes a nivel mundial. La división entre mar y tierra a que se enfrentan los pescadores es, en gran parte, una división entre sexos.

jueves, 15 de mayo de 2008

Prácticas seguras en la Industria del Te

Un programa general de seguridad que se centre en el uso y elección del EPP, entrada en espacios confinados, aislamiento de fuentes de energía, identificación y comunicación de sustancias químicas peligrosas, programas de autoinspección, programas de conservación de la audición, control de materiales infecciosos, gestión de procesos y programas de respuesta ante una emergencia debería formar parte del proceso de trabajo. Es importante la formació n de los trabajadores en prá cticas seguras de trabajo para reducir la exposició n del trabajador a situaciones peligrosas y lesiones.

lunes, 12 de mayo de 2008

Operaciones en los invernaderos

Las operaciones típicas en un invernadero varían según que la finalidad sea cultivar plantas raras y exó ticas, plantas de producción o plantas de semillero. El cultivo de plantas raras y exó ticas es una tarea que ocupa todo el añ o. Las plantas de producció n suelen cultivarse en estas instalaciones para protegerlas del clima y, por consiguiente, los invernaderos se utilizan só lo en algunas estaciones del añ o. El cultivo de plantas de semillero es similar a las operaciones de los viveros, con la variante de que su mercado es el de plantas para la replantació n de primavera despué s de la última helada. Las tareas asociadas al cultivo en invernadero implican llenar de tierra pequeñ as macetas, plantar una semilla en cada maceta, regar y fertilizar, recortar o podar según sea necesario (vé ase la Figura 64.6), aplicar fumigantes o plaguicidas y transportar las plantas o productos desde el invernadero. En los invernaderos orientados a la producció n se han mecanizado las operaciones de llenado con tierra de las macetas y plantació n. Esta tierra de las macetas puede ser una mezcla de turba, perlita y vermiculita. La poda puede ser mecanizada, dependiendo del tipo de cultivo. El riego puede realizarse directamente con una manguera o con un aspersor automá tico o un sistema de tuberías, añ adiendo nutrientes al agua. La aplicación de plaguicidas mediante rociado manual es lo má s frecuente. La esterilización del suelo se realiza utilizando vapor o productos químicos, entre ellos dibromocloropropano (DBCP). El transporte de las plantas o los productos es casi siempre una actividad manual.

jueves, 8 de mayo de 2008

Problemas cutáneos en la Industria de la ganaderia (II)

Las dermatitis inducidas por insectos suelen deberse a morde- duras y picaduras. Las infecciones por los ácaros que parasitan al ganado o contaminan el grano son particularmente notables. Las picaduras de las chinches y del ácaro de la sarna son problemas cutáneos típicos causados por los ácaros, que producen diversas formas de irritaciones enrojecidas que suelen curar espontáneamente. Más graves resultan las mordeduras y picaduras de diversos insectos, como abejas, avispas, avispones u hormigas, que dan lugar a reacciones anafilácticas. El shock anafiláctico es una rara reacción de hipersensibilidad que ocurre cuando las células de la sangre producen un exceso de sustancias químicas que dan lugar a constricción de las vías respiratorias y pueden provocar un paro cardiorrespiratorio.
Todos estos problemas cutáneos son previsibles en gran medida. Las dermatitis de contacto se pueden evitar reduciendo la exposición mediante el empleo de ropas protectoras, guantes y una higiene personal adecuada. Los problemas relacionados con los insectos se pueden prevenir llevando ropa de colores claros y sin dibujos de flores, y evitando aplicarse a la piel sustancias olorosas. El riesgo de cáncer de piel puede reducirse espectacularmente usando la ropa adecuada para reducir al mínimo la exposición, como son los sombreros de ala ancha. El empleo de bronceadores adecuados puede ser útil, pero no debe confiarse en ellos como única medida.

lunes, 5 de mayo de 2008

Métodos, equipos y riesgos comunes: Extracción (V)

La extracción implica el traslado de los troncos o trozas desde el tocón hasta un cargadero o camino donde pueden elaborarse o apilarse por surtidos. La extracción es una faena que puede resultar muy pesada y peligrosa, además de infligir notables daños ecológicos al bosque y a su regeneración, a los suelos y a las vías fluviales. Los principales tipos de sistemas de extracción comúnmente reconocidos son:

• sistemas de arrastre: los troncos o trozas se arrastran por el suelo por medio de máquinas, animales o personas;
• recogedores: los troncos o trozas se transportan con una máquina
(en el caso de la leña, también por personas);
• sistemas de cables: las trozas se trasladan desde el tocón hasta el cargadero por medio de uno o más cables colgantes,
• sistemas aéreos: se utilizan helicópteros o globos para transportar las trozas.
El arrastre, con diferencia el sistema de extracción más importante tanto de madera industrial como de leña, suele realizarse



por medio de arrastradores con ruedas especialmente diseñados para operaciones forestales. Los tractores de orugas y, sobre todo, los tractores agrícolas pueden ser rentables en pequeños bosques privados o para la extracción de pequeños árboles de plantaciones silvícolas, pero es necesario incorporarles adapta- ciones que protejan tanto a los operarios como a las propias máquinas. Los tractores adolecen de la solidez, el equilibrio y la protección que ofrecen las máquinas construidas específica- mente para estos fines. Al igual que con toda la maquinaria utilizada en la industria forestal, entre sus peligros se cuentan el de vuelco, caída y penetración de objetos, incendio, vibración de todo el cuerpo y ruido. Es preferible disponer de tracción a las cuatro ruedas y, durante el funcionamiento, como mínimo el 20 % del peso de la máquina debe mantenerse como carga en el eje conducido, lo cual puede requerir la fijación de un peso adicional en la parte delantera de la máquina. Es posible que el motor y la transmisión necesiten protección mecánica adicional. El motor debe tener una potencia mínima de 35 kW para maderos de pequeñas dimensiones; 50 kW suelen ser sufi- cientes para las trozas de tamaño normal.

viernes, 2 de mayo de 2008

Sistema musculosquelético (I)

En los datos de 1988-1989 también se reflejó la existencia de trastornos musculosqueléticos (véase la Tabla 67.2). En los correspondientes a principios del decenio de 1990 se señala que un número cada vez mayor de trabajadores declaraban padecer este tipo de dolencias. La automatización de los centros de producción y la regulación del ritmo de trabajo por parte de máquinas o cintas transportadoras afecta en la actualidad a una cantidad de traba- jadores de la industria alimentaria sin precedentes. Las tareas en este tipo de centros suelen ser monótonas y los trabajadores realizan el mismo movimiento todo el día.
En un estudio finlandés se observó que casi el 40 % de los participantes en el mismo realizaban trabajos repetitivos a lo largo de la jornada laboral. De este colectivo, el 60 % utilizaba las manos, el 37 %, más de una parte del cuerpo y el 3 %, los pies. Los trabajadores de los siguientes grupos profesionales efectúan tareas repetitivas durante dos tercios o más de sus jornadas de trabajo: el 70 % del personal de limpieza, el 67 % de los trabajadores de mataderos y centros de elaboración de alimentos precocinados y envasado; el 56 % de los trabajadores de almacenes y dedicados al transporte y el 54 % de los trabajadores del sector lácteo.
Las tensiones ergonómicas se deben a que la mayoría de los productos alimentarios proceden de fuentes naturales y no son uniformes. La manipulación de la carne obliga a los trabaja- dores a tratar con reses de diversos tamaños. Con la introduc- ción de la venta de aves en porciones en el decenio de 1960, un mayor número de éstas (un 40 %, frente a una proporción anterior inferior al 20 %) son troceadas. Así pues, los trabajadores deben realizar numerosos cortes con herramientas afiladas. La modificación de los procedimientos de inspección del Departa- mento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) permiten en la actualidad aumentar la velocidad media de producción en cadena de 56 a 90 aves por minuto. Las operaciones de enva- sado pueden exigir la realización de movimientos de mano y muñeca repetitivos para colocar los productos terminados en bandejas o paquetes sin dañarlos. Así ocurre especialmente en el caso de los nuevos productos, ya que es posible que el mercado no justifique la adopción de operaciones de gran volumen. Las promociones especiales, incluidas las recetas y los cupones, pueden obligar a la introducción manual de productos en los paquetes. El envasado de ingredientes y la disposición del lugar de trabajo pueden exigir que los pesos que han de levantarse superen los límites de acción recomendados por los organismos competentes en materia de salud en el trabajo.
Entre las lesiones por esfuerzo repetitivo (LER) figuran la inflamación de tendones (tendinitis) y de la envoltura del tendón (tenosinovitis). Son dolencias prevalentes en los trabajadores cuya tarea exige la realización de movimientos manuales repetitivos, como los de la industria cárnica. Las tareas que obligan reiteradamente a doblar la muñeca y a agarrar, apretar
y girar pueden causar el síndrome del túnel carpiano (STC). Caracterizado por una sensación de hormigueo en los dedos pulgar, índice, medio y anular, es un trastorno que se debe a la inflamación de la articulación de la muñeca, que presiona al sistema nervioso de ésta. El diagnóstico erróneo del STC como artritis puede dar lugar a un entumecimiento permanente y al padecimiento de fuertes dolores en las manos, codos y hombros.