La recolección se realiza fundamental a mano, aunque también se utilizan algunas má quinas. Los cosechadores cortan los racimos de plá tanos del á rbol con una cuchilla atada a un largo palo. El racimo cae sobre la espalda del trabajador y un segundo trabajador lo ata con una cuerda de nylon y lo cuelga de un cable elevado que transporta los racimos a un tractor con remolque. La sangría de la florescencia de los cocos para obtener jugo suele exigir el salto de árbol a árbol mediante cuerdas trenzadas a una gran altura del suelo. Los trabajadores trepan hasta la cima de los á rboles para arrancar los cocos manualmente o cortan los cocos con un cuchillo atado a largas cañas de bambú . En la zona del sudoeste del Pacífico se deja que los cocos caigan espontá neamente y entonces se recogen. Los dá tiles maduran en otoño y se recogen dos o tres cosechas, teniendo los recolectores que trepar a las palmeras o utilizar una escalera para llegar a los racimos de dá tiles. El antiguo sistema
de recolecció n con machete de los racimos de frutas ha sido sustituido por el uso de un gancho atado a un poste, si bien machete sigue utilizá ndose para recolectar muchos cultivos por ejemplo, hojas de sisal).
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