lunes, 1 de septiembre de 2014

Sellado (II)

En caso de fluidos altamente tó xicos se instalan con frecuencia bombas sin fugas o sin precintos, hermé ticas o magné ticas. El período de servicio operativo o el tiempo medio entre operaciones de mantenimiento ha mejorado notablemente y, en general, varía entre tres y cinco añ os. En estas bombas, el fluido del proceso es el fluido lubricante para los cojinetes del rotor. La vaporización del fluido interno afecta adversamente a los cojinetes, y a menudo hace necesaria su sustitució n. Las condiciones del líquido en las bombas pueden mantenerse siempre que la presió n interna en el sistema de cojinetes sea mayor que la presió n de vapor del líquido a la temperatura de trabajo. Al reparar una bomba sin sellado, es importante drenar por completo un material de volatilidad relativamente pequeña bajo la supervisió n del proveedor. En las bombas centrífugas típicas el empaquetamiento se ha sustituido por precintos mecá nicos, que se clasifican en general en sencillos y duales, y entre é stos ú ltimos, tá ndem o dobles. Existen otras combinaciones de precintos duales, pero no se utilizan tanto. En general, los precintos mecá nicos tá ndem o dobles con fluidos amortiguadores de líquido entre los precintos se instalan para reducir las fugas del precinto. El American Petroleum Institute (API 1994) publicó normas en materia de precintos mecá nicos para las bombas centrífugas y rotativas, en las que se incluían la especificació n e instalació n de precintos mecá nicos simples y duales. Actualmente existe una guía de apli- caciones de precintos mecá nicos muy ú til para evaluar los distintos tipos de precinto (STLE 1994).
A fin de prevenir un exceso de fugas o hinchamientos a causa del fallo de un precinto, se instala un casquillo prensaestopas detrá s del precinto. Puede haber un fluido de chorro del pren- saestopas para trasladar la fuga a un sistema de drenaje cerrado
(API 1994). El sistema prensaestopas no es un precinto completo, por lo que se dispone de sistemas de sellado auxiliar, como manguitos aisladores. Estos está n instalados en el casquillo que controla las fugas excesivas a la atmó sfera o el hinchamiento del precinto (Liton y Lynch 1994). El diseñ o de estos precintos no está pensado para un funcionamiento continuo; tras su acti- vació n funcionan durante dos semanas, dando tiempo para cambiar las bombas o realizar ajustes en el proceso.
Existe un sistema de sellado mecá nico má s reciente que reduce esencialmente las emisiones a cero. Se trata de un sistema mecá nico doble con un sistema amortiguador de gas que sustituye el amortiguador líquido del sistema de sellado mecá - nico dual (Fone 1995; Netzel 1996; Adams, Dingman y Parker 1995). En los sistemas de amortiguació n líquidos, las caras del precinto está n separadas por una película lubricante extremadamente delgada de fluido amortiguador ,que tambié n enfría las caras del precinto. Aunque está n ligeramente sepa- rados, existe cierto contacto frontal que da lugar al deterioro del precinto y al calentamiento de la cara del precinto. Los precintos de gas se llaman precintos sin contacto, ya que una cara del precinto con muescas curvas bombea gas a travé s de las caras del precinto y forma una capa o dique de gas que separa completamente dichas caras. Esta falta de contacto concede una vida muy larga al precinto al par que reduce la pé rdida por fric- ció n, lo que hace que disminuya considerablemente el consumo de energía. Debido a que el precinto bombea gas, el flujo al proceso y a la atmó sfera es muy pequeñ o.


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