Las explosiones se producen generalmente en equipo cerrado, por lo que se han realizado varios ensayos en equipos de labora- torio diseñ ados especialmente. Aunque los polvos parezcan similares, no deberían utilizarse los resultados publicados, ya que unas pequeñ as diferencias entre ellos pueden significar que poseen características distintas de explosión.
Es posible definir el riesgo de explosión mediante diversas pruebas realizadas con polvos; entre éstas se hallan las descritas a continuación. La prueba de clasificació n determina si una nube de polvo
puede iniciar y propagar llamas (Ebadat 1994). Los polvos con estas características se consideran polvos de Clase A; los que no arden, se incluyen en la Clase B. Los polvos de Clase A nece- sitan despué s má s ensayos para evaluar su potencial de explosión
y riesgo.
La prueba de energía mínima de ignició n define la energía de chispa mínima necesaria para la ignición de una nube de polvo (Bartknecht 1989; Garzia y Senecal 1996).
En el aná lisis de la gravedad de la explosió n, los polvos del Grupo A se someten a una prueba posterior en la que se intro- ducen en forma de nube de polvo en una esfera, donde la presió n se mide durante una explosió n de ensayo basada en la energía mínima de ignició n. Se define la presió n má xima de explosió n junto con el gradiente de presió n (variació n de la presió n por unidad de tiempo). A partir de esta informació n se determina el valor característico específico de la explo- sió n (Kst) en bar metros por segundo y se define la clase de explosió n (Bartknecht 1989; Garzia y Senecal 1996):
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