Una buena dieta debe ser equilibrada y proporcionar, además de energía, nutrientes esenciales para el mantenimiento de la vida y la salud, como una cantidad adecuada de carbohidratos, proteínas, grasas, minerales y vitaminas. La tendencia existente en los países en desarrollo es que los grupos con menor renta consuman menos proteínas y grasas y mayores cantidades de carbohidratos. Además, se ha observado una carencia de ciertas vitaminas y minerales debido al bajo consumo de alimentos de origen animal, frutas y verduras. En resumen, la dieta debe ser variada para equilibrar la ingesta de nutrientes esenciales. La opción más conveniente es pedir consejo a dietistas especializados que conozcan las demandas del trabajo intenso. Ellos pueden preparar dietas que sean razonablemente rentables y que tengan en cuenta los sabores, las tradiciones y las creencias de los consumidores y proporcionen las cantidades de energía que necesitan los trabajadores forestales para su labor diaria.
Un elemento muy importante es el suministro de líquidos de buena calidad, no contaminados y en cantidad suficiente. En el trabajo manual y con motosierras a muy altas temperaturas, un trabajador necesita aproximadamente 1 litro de líquido por hora. La deshidratación reduce drásticamente la capacidad de trabajo y de concentración, aumentando de este modo el riesgo de accidente. Por tanto, es necesario disponer de agua, té u otras bebidas adecuadas tanto en el lugar de trabajo como en el campamento.
El consumo de alcohol y drogas debe estar rigurosamente prohibido. Fumar tabaco, que constituye un peligro de incendio además de un peligro para la salud, sólo debe estar permitido en áreas restringidas y nunca en los dormitorios, áreas de recreo, comedores y lugares de trabajo.
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