Un problema que se plantea con los tubos en la actividad de refrigeración del agua es la formación de sustancias en los mismos como resultado de la corrosió n, los organismos biológicos y los enrollados en estrías sobre la chapa del tubo. Cuando se da cualquiera de estas condiciones, es preciso reparar el intercambiador y eliminar los fluidos del proceso del intercambiador, mediante una operació n completamente controlada, necesaria para cumplir los objetivos en cuanto a exposició n ambiental, seguridad y salud.
Generalmente, el fluido del proceso se drena hacia un reci- piente, y el material restante se rocía a chorro fuera del inter- cambiador con un disolvente o material inerte. Este ú ltimo se envía tambié n a un recipiente para material contaminado drenando o presurizando con nitró geno. En los casos en que haya material tó xico en el intercambiador, debe controlarse la presencia de restos de material tó xico. Si los resultados de los ensayos no son satisfactorios, el intercambiador se puede vapo- rizar para eliminar todas las trazas de material. No obstante, el orificio de escape de vapor se debe conectar a un sistema cerrado para prevenir el escape a la atmó sfera. Mientras que el escape a un recinto cerrado puede no ser absolutamente nece- sario, en ocasiones hay má s material contaminante en el inter- cambiador, lo que requiere la ventilació n del vapor cerrado en todo momento para controlar los posibles riesgos. Despué s de la vaporizació n, la ventilació n a la atmó sfera admite aire. Este mé todo general es aplicable al lado o lados del intercambiador que tienen material tó xico.
Los productos químicos utilizados despué s para la limpieza de los tubos o la coraza deben circular en un sistema cerrado. Normalmente, la solució n de limpieza circula desde un camió n cisterna, y la solució n contaminada en el sistema se drena a un camió n para su eliminació n.
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