Los filamentos de tungsteno helicoidales continú an fabricá n- dose enrollando el tungsteno alrededor de un mandril de acero o molibdeno. Una vez formada y sinterizada la espiral, los mandriles se disuelven utilizando á cido hidrocló rico (para el acero) o una mezcla de ácido nítrico y sulfú rico para el molib- deno. Dado que existe la posibilidad de exposició n al á cido, este trabajo se realiza por regla general dentro de sistemas con cubierta y, má s recientemente, en recintos de disolució n total- mente aislados (sobre todo si se utiliza la mezcla de á cido nítrico y sulfú rico).
Los gases de relleno para las lá mparas haló genas de tungsteno se introducen en ellas dentro de sistemas totalmente cerrados con escasa exposició n o pé rdida. El uso del bromuro de hidró - geno plantea sus propios problemas debido a su naturaleza corrosiva. Es preciso disponer de VAL y de una canalizació n resistente a la corrosió n para los sistemas de suministro de gases. El hilo de tungsteno toriado (por lo comú n, entre un 1 y un 2 % de torio) sigue utilizá ndose en algunos tipos de lá mparas. Sin embargo, el riesgo que entrañ a el torio en forma de hilo es escaso.
El dió xido de azufre debe controlarse cuidadosamente. En todos los lugares donde se añ ada este material al proceso es preciso utilizar sistemas de VAL. Tambié n es ú til la instalació n de detectores de fugas en los almacenes. Las bombonas de gas de 75 kg son preferibles a los grandes contenedores de 1.000 kg, debido a las posibles consecuencias catastró ficas de una libera- ció n en cantidades elevadas.
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