En muchas industrias, la atención a la seguridad en el diseño de los equipos, lugares y métodos de trabajo puede contribuir consi- derablemente a reducir los peligros para la salud y la seguridad en el trabajo. En la industria forestal, la exposición a los riesgos viene determinada en gran medida por los conocimientos técnicos, cualificación y experiencia del trabajador y del supervisor, y de su compromiso con un esfuerzo conjunto para plani- ficar y realizar el trabajo. Por consiguiente, la formación es un factor crucial y determinante de la seguridad y la salud en la industria forestal.
Todos los estudios realizados en diferentes países y relativos a distintos trabajos forestales concuerdan en que tres grupos de trabajadores sufren accidentes con una frecuencia desproporcio- nadamente alta: los trabajadores no cualificados, a menudo temporeros; los jóvenes; y los recién llegados. En Suiza, por lo menos un 73 % de los accidentes afectan a los trabajadores que llevan menos de un año en el sector forestal; asimismo, tres cuartas partes de las víctimas de accidentes no habían recibido formación o sólo de manera rudimentaria (Wettman 1992).
Los trabajadores sin formación suelen tener también una carga de trabajo mucho mayor y un mayor riesgo de sufrir lesiones en la espalda a consecuencia de una técnica inadecuada (véase ejemplo en el artículo titulado “Plantación de árboles” en este mismo capítulo). Si la formación es crucial tanto desde el punto de vista de la seguridad como de la productividad, es absolutamente indispensable en tareas de alto riesgo, como la recuperación de árboles derribados por el viento o la extinción de incendios. No deberá permitirse la participación en estas acti- vidades de personas sin formación específica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario