La recolecció n suele exigir la adopció n de posturas forzadas y un ritmo rápido de trabajo. La persona ha de girarse y doblarse, agachá ndose hacia el suelo sin doblar las rodillas y movié ndose rá pidamente entre el arbusto o la vid y el recipiente. Los reci- pientes se colocan algunos veces sobre el suelo y el trabajador los va empujando o arrastrando. Los frutos y las bayas pueden encontrarse entre a ras de suelo y 2 m de altura, dependiendo del tipo de cultivo. Las zarzas se encuentran típicamente a alturas de 1 m o inferiores, obligando al trabajador a doblar casi siempre la espalda durante la recolecció n. Las fresas se encuen- tran a ras del suelo, pero los trabajadores está n de pie y han de inclinarse para recogerlas.
Las uvas suelen tambié n cortarse para extraer el vino durante la recolecció n manual. Este movimiento de corte es muy frecuente (centenares de veces a la hora) y exige un esfuerzo suficiente para entrañ ar riesgo de lesiones traumá ticas acumulativas si la vendimia durara má s de unas cuantas semanas.
El trabajo con espalderas o estructuras de soporte es frecuente en la producción de vides y bayas. Los trabajos de instalació n o reparació n suelen realizarse a alturas por encima de la cabeza
y exigen estirar los mú sculos al mismo tiempo que se ejerce fuerza. Un esfuerzo sostenido de este tipo puede causar lesiones acumulativas. En cada ocasió n existe el riesgo de una lesió n por distensió n o dislocación, especialmente en los hombros y los brazos, como resultado de ejercer una fuerza considerable al mismo tiempo que se trabaja en una postura forzada. La orientación de las plantas en las espalderas exige tambié n ejercer una fuerza considerable que aumenta por el peso de las vides, las hojas y los frutos. Esta fuerza suele ejercerse a travé s de los brazos, los hombros y la espalda, todos los cuales son suscepti- bles a una lesió n aguda o cró nica por sobreesfuerzo.
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