La vermicultura, la cría de gusanos, tiene una larga historia en algunas culturas. Los gusanos, sobre todo el gusano de la harina (que es una larva, no un auténtico gusano del escarabajo nocturno), se crían en miles de millones para servir de alimento a los animales de laboratorio y de compañía. Los gusanos también se emplean en operaciones de compostaje (vermi-compostaje). Sericultura es el término que se emplea para la producción de capullos del gusano de seda, que consiste en la alimentación del gusano de seda y la formación de capullos. El cultivo del gusano de seda y de la oruga de la polilla de la seda se remonta a a 3.000 a. de C. en China. Los criadores de gusanos de seda han domesticado a la polilla correspondiente; no quedan poblaciones salvajes. Los gusanos de seda sólo comen hojas de morera. Por eso, la producción de la fibra ha dependido siempre de la estación de floración del árbol de la morera. Se han creado alimentos artificiales para el gusano seda, de forma que la producción pueda mantenerse todo el año. Los gusanos de seda se crían en bandejas que a veces se apilan. Los gusanos tardan unos 42 días en alimentarse a una temperatura constante de 25 C. Puede ser necesario usar calefacción artificial. La seda es una secreción de la boca del gusano que se solidifica al entrar en contacto con el aire. El gusano de seda segrega unos 2 km de hilo de seda para formar un capullo en la fase de crisálid (Johnson 1982). Una vez formado el capullo, el sericultor mata las crisálidas en un horno, y envía los capullos a una fábrica. En la fábrica se recoge la seda del capullo y se convierte en hilos y madejas.
El nueve por ciento de los sericultores manifiesta asma en respuesta a las escamas de la mariposa del gusano de seda, aunque casi todos los casos de asma en sericultores se atribuyen a la inhalación de heces del gusano. Además, el contacto de la piel con los pelos de la oruga del gusano puede producir una importante dermatitis de contacto irritante. El contacto con la seda pura también puede producir reacciones cutáneas de tipo alérgico. Para la producción de mariposas del gusano de seda, el tratamiento por hiposensibilización (para las escamas de la mari- posa y las heces) logra mejorías en el 79,4 % de los tratados. Los corticosteroides pueden revertir los efectos de los antígenos inha- lados. Las lesiones cutáneas pueden responder a las lociones y cremas a base de corticosteroides tópicos. Los antihistamínicos tópicos alivian el picor y la quemazón. Se han identificado casos de intoxicación por monóxido de carbono en algunos sericul- tores en sus casas, donde mantienen el calor con las chimeneas de carbón con que crían a los gusanos. Las chimeneas de carbón
y los calefactores de queroseno deben ser sustituidos por calefac- ciones eléctricas para evitar la exposición al monóxido de carbono.
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