Las té cnicas de recolecció n varían considerablemente segú n el tipo de tabaco. El tabaco curado al humo, el tabaco oriental y el tabaco para envolver cigarros son los ú nicos tipos cuyas hojas se recolectan siempre en secuencia a medida que maduran (senes- cencia) desde la parte inferior hasta la superior de la planta. Conforme maduran las hojas, se vuelven quebradizas y amari- llentas al degradarse la clorofila. Durante un período que oscila entre 6 y 12 semanas despué s del desbotonado, se arrancan algunas hojas de cada planta cada vez que se visitan los campos, con una frecuencia que depende de la pluviometría, la tempera- tura, la fertilidad del suelo y la variedad. Otros tipos de tabaco, como el tabaco Burley, el tabaco Maryland, el tabaco para envolver y rellenar cigarros y los tabacos para mascar curados al fuego requieren un “corte del tallo”, lo que significa que la planta entera se corta cerca del suelo cuando se considera que la mayoría de las hojas han madurado. Para algunos tipos de tabacos curados al aire, se seleccionan las hojas inferiores y el resto de la planta se corta por el tallo. Con independencia del tipo de tabaco, la recolecció n y la preparació n de las hojas para su curado y comercializació n son las tareas que má s mano de obra requieren en la producció n de tabaco (vé ase la Figura 64.30). La recolecció n suele realizarse manualmente, sobre todo cuando se cortan los tallos, una operació n que todavía no ha podido mecanizarse del todo (vé ase la Figura 64.31). La recolecció n del tabaco curado al humo está ahora altamente mecanizada en la mayoría de los países desa- rrollados, donde la mano de obra es escasa y cara. En Estados Unidos, aproximadamente la mitad del tabaco curado al humo se recolecta con má quinas, lo que exige un control casi completo de las malas hierbas y las hijuelas para reducir al mínimo el contenido de estos materiales en las hojas curadas.
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