El polvo y los humos se conducen a un precipitador de polvos o a colectores de polvo tipo cartucho. En las grandes instalaciones se dispone de un circuito de retorno de aire, en cuyo caso hay que disponer de equipos de detecció n de fugas que garanticen la eliminació n de los contaminantes presentes en el aire. En algunos casos, los olores de ingredientes como la cola animal hacen desaconsejable la recirculación del aire. Debido a que el polvo de caucho es fá cilmente combustible, es importante tener en cuenta la protección contra incendios y explosiones en las tuberías y en los colectores de polvo. Los polvos sulfú ricos y explosivos, como el almidón de trigo, tambié n exigen medidas especiales de seguridad contra incendios.
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