En el caso de la eliminació n directa a la atmó sfera debe realizarse un aná lisis de dispersió n detallado de los vapores de descarga de la vá lvula, para asegurar que los trabajadores no está n expuestos y que las concentraciones en la comunidad circundante está n dentro de los límites permitidos. Al controlar la dispersió n, los tubos de descarga de la vá lvula de seguridad a la atmó sfera se pueden elevar para prevenir concentraciones excesivas en las estructuras pró ximas. Tal vez sea necesaria una chimenea alta semejante a una antorcha para controlar la dispersió n.
Otro motivo de preocupació n es la entrada a una torre para mantenimiento o para realizar cambios mecá nicos durante una parada. Al tratarse de un espacio confinado, los trabajadores está n expuestos a los riesgos que ello lleva asociados. El mé todo de rociado a chorro y purga antes de abrir debe aplicarse cuida- dosamente para asegurar unas exposiciones mínimas mediante la reducción de las concentraciones tó xicas por debajo de los niveles recomendados. Antes de comenzar las operaciones de rociado a chorro y purga debe reducirse la presió n de la torre y cegar todas las conexiones de tuberías que llegan a ella (es decir, deben colocarse discos ciegos de metal entre los bordes de la torre y los bordes de la tubería de conexión). Son labores que deben llevarse a cabo con gran precaució n para minimizar las exposiciones. En los diferentes procesos varían los mé todos de clarificació n de fluidos tó xicos de la torre. Por lo comú n, el fluido de la torre es desplazado con un fluido que tiene una toxi- cidad muy baja y que posteriormente se drena y bombea a un lugar determinado. La capa y las gotas de líquido remanentes se vaporizan a la atmó sfera a travé s de una brida superior que tiene un separador de soporte especial con una abertura entre el separador y la brida de la torre. Despué s de la vaporizació n, el aire entra en la torre a travé s de la abertura del separador espe- cial, conforme va enfriá ndose la torre. Se abre una cá mara en el fondo de la torre, y otra en la parte superior de la misma que permiten el flujo de aire en la torre. Cuando la concentració n interna de la torre alcanza un nivel determinado, se puede pasar al interior.
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