El concepto de interrupció n del funcionamiento de las má quinas no es nuevo. Aunque está generalmente aceptado en los programas de mantenimiento, poco se ha hecho para mejorar su introducción en el á rea operativa. Un primer paso es reconocer que hay riesgo. Una norma típica de interrupción de funcionamiento exige que “cuando se sospeche que un movimiento del equipo o una liberació n de energía imprevistos pueden ocasionar una lesió n a un trabajador, se interrumpirá el funcionamiento del equipo”. El concepto de interrupción no se refiere exclusivamente a la energía elé ctrica, y tampoco es posible a veces cortar toda la energía; en algunos casos, basta con bloquear la posició n de algunas piezas y, en otros, con desconectar y cerrar las tube- rías, liberando la presión acumulada. Aunque en algunas industrias el concepto de interrupció n está considerado como algo normal, en otras no ha sido aceptado a causa de su alto coste.
En las interrupciones resulta bá sico el control. Cuando una persona corre un peligro al realizar un movimiento, deben desactivarse las fuentes de energía y socorrer a la persona en cuestión. No es fá cil identificar las situaciones que requieren una interrupció n e, incluso una vez identificadas, no es sencillo modificar las prá cticas operativas.
Otra de las claves, a menudo olvidada, de un programa de interrupción es la facilidad con que puede interrumpirse una má quina, una línea o toda la energía. Los equipos antiguos no se diseñ aron o instalaron teniendo en cuenta esta posibilidad. Algunas má quinas instaladas disponen de un solo freno para un grupo de ellas. Otras disponen de varias fuentes de energía, lo que complica la interrupció n de su funcionamiento. A esto hay que añ adir que a menudo se modifican los frenos de los cuartos de control de má quinas o se añaden equipos nuevos, y la documentación de estos cambios no siempre se mantiene actualizada. En la industria del caucho está generalmente aceptada la prá ctica de la interrupció n del funcionamiento. Aunque el concepto de protecció n ante los peligros de un movimiento imprevisto no es nuevo, el uso generalizado de la interrupció n sí lo es. En el pasado, el personal de mantenimiento aplicaba formas de protecció n diferentes, que debido a presiones de producció n no siempre resultaban coherentes y, por tanto, eficaces. En algunos equipos industriales la prá ctica de un programa de interrupció n es compleja y no siempre resulta fá cil- mente comprensible.
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