A medida que las cajas de cartón con los paquetes se depo- sitan en las cintas transportadoras, los envoltorios pueden sellarse con calor mientras se inyecta CO2. Tales operaciones, unidas a una refrigeración continua, prolonga la vida útil de almacenamiento del producto. Asimismo, según avanzan las cajas, se añade una paleta de cápsulas de CO2 (hielo seco) para prolongar la vida útil del producto en su camino hacia el consu- midor en un camión refrigerado. No obstante, el CO2 plantea riesgos inherentes en las áreas cerradas. Las cápsulas pueden dejarse caer desde una rampa o extraerse de un gran recipiente parcialmente cubierto. Aunque el límite de exposición (TLV) correspondiente al CO2 es relativamente alto y se dispone de controles continuos, los trabajadores también deben recibir formación sobre sus riesgos y síntomas y utilizar guantes y protectores oculares. Asimismo, deben colocarse en la zona signos de advertencia adecuados.
Las cajas con el producto dispuesto en bandejas suelen sellarse con material adhesivo termoimpregnado inyectado en el cartón. Pueden producirse quemaduras dolorosas por contacto si los ajustes, los sensores y las presiones no son adecuadas. Los trabajadores deben utilizar protectores oculares con dispositivos laterales de defensa. Antes de realizar ajustes o reparaciones, los equipos de aplicación y sellado deben estar completamente desactivados y carentes de presión.
Después del sellado de las cajas, éstas pueden ser levantadas manualmente del transportador o ser trasladadas por una embandejadora automática u otro equipo accionado por control remoto. Debido a la elevada tasa productiva, existe la posibilidad de que se produzcan lesiones de espalda. Es un trabajo que suele desempeñarse en un medio ambiente frío, que tiende a provocar lesiones por tensión.
Desde un punto de vista ergonómico, la recuperación de cajas de cartón y el apilado puede automatizarse con facilidad, pero los costes de inversión y de mantenimiento son elevados.
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