Durante la recolecció n, el almacenamiento y el transporte de cereales y semillas oleaginosas, los trabajadores agrícolas está n expuestos a polvo, esporas, micotoxinas y endotoxinas que pueden ser nocivas para el aparato respiratorio. El polvo bioló gi- camente activo es capaz de producir irritació n y/o respuestas alé rgicas, inflamatorias o infecciosas de los pulmones. Los traba- jadores pueden evitar o reducir su exposició n al polvo, o utilizar equipos de protecció n personal como respiradores con filtros mecá nicos o suministro de aire en entornos polvorientos. Algunos sistemas de manipulació n y almacenaje reducen al mínimo la formació n de polvo y algunos aditivos, como los aceites vegetales, pueden evitar que el polvo quede suspendido en la atmósfera.
En algunas condiciones durante el almacenamiento, el grano puede estropearse y emitir gases que entrañ an riesgo de asfixia. El dió xido de carbono (CO2 ) puede acumularse encima de una superficie de grano desplazando al oxígeno y resultando nocivo para los trabajadores si los niveles de oxígeno descienden por debajo del 19,5 %. En estas situaciones los respiradores con filtros mecá nicos no sirven para nada.
Otro riesgo es la posibilidad de incendios y explosiones durante la manipulació n y el almacenamiento de cereales o semillas oleaginosas. Las partículas de polvo que quedan suspendidas en el aire cuando el grano se mueve crean una atmó sfera propensa a una potente explosió n. Só lo se necesita una fuente de ignició n, como un cojinete sobrecalentado o una correa que roce contra un componente de la carcasa. El mayor riesgo existe en los grandes elevadores de los puertos o en los elevadores comunitarios terrestres que mueven grandes cantidades de grano. Un mantenimiento preventivo adecuado y una buena higiene reducen el riesgo de una posible ignició n y de atmó sferas explosivas.
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