Hay en el mundo más de un millón de especies de insectos, y la masa global de estos individuos supera al total de masa de los demás animales terrestres. Los grillos, saltamontes, langostas, termitas, larvas de escarabajos, avispas, abejas y orugas de la polilla son algunas de las 500 especies que forman parte de la dieta habitual de personas en todo el mundo. Habitualmente, los seres humanos capturan o recolectan los insectos que les han de servir de alimento, en lugar de criarlos y cuidarlos de modo intencionado.
Aparte de como alimento, los seres humanos emplean a los insectos como fuente de polinización, de control biológico de plagas y de fibra. Los distintos usos dependen de las cuatro fases del ciclo vital de los insectos, que son el huevo, la larva, la crisá- lida y el adulto. Son ejemplos de utilización comercial de los insectos la apicultura (casi mil millones de toneladas de miel producidas al año y polinización de frutas y cosechas), la cría de insectos (más de 500 especies en cultivo, incluidas las utilizadas para control biológico), la producción de goma laca
(36.000 toneladas al año) y la producción de seda (180.000 tone- ladas al año).
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