Como se muestra en los artículos del presente capítulo, los riesgos físicos en el trabajo forestal están bastante bien documentados. En cambio, escasean las investigaciones sobre factores sociales y psicológicos (Slappendel y cols. 1993). En un contexto forestal, estos factores comprenden: satisfacción y seguridad laboral; carga de trabajo mental, susceptibilidad y respuesta al estrés; capacidad para enfrentarse a los riesgos percibidos; presión, horas extras
y fatiga; necesidad de resistir condiciones ambientales adversas; aislamiento social en campamentos de trabajo con separación de las familias; organización del trabajo; y trabajo en equipo.
La situación en términos de salud y seguridad en el trabajo forestal depende de los diversos factores descritos en el presente capítulo: condiciones del rodal y del terreno; infraestructura; clima; tecnología; métodos de trabajo; organización del trabajo; situación económica; acuerdos contractuales; alojamiento del trabajador, y enseñanza y formación. Se sabe que estos factores interactúan y se combinan para crear un mayor riesgo o ambientes de trabajo más seguros (véase el artículo titulado
“Condiciones laborales y seguridad en el trabajo forestal” en el presente capítulo).
Estos factores también interactúan con los sociales y psicológicos, en cuanto que influyen en la situación del trabajo forestal, la base de contratación y el conjunto de capacidades y habilidades disponibles para el sector. En una situación desfavo- rable, el resultado puede ser el círculo de problemas represen- tado en la Figura 68.15. Por desgracia, esta situación es bastante común en los países en desarrollo y en ciertos segmentos de la población activa en el sector dasonómico de los países industria- lizados, en especial entre trabajadores inmigrantes.
Es probable que el perfil social y psicológico de la población activa en el sector forestal y el proceso de selección por el que atraviesan desempeñen un importante papel al determinar el efecto del estrés y de las situaciones de riesgo. Es probable que no hayan recibido suficiente atención en este ámbito. Tradicio- nalmente, los trabajadores forestales han procedido de áreas rurales y han considerado el trabajo en el bosque tanto una forma de vida como un trabajo. A menudo se han visto atraídos por la independencia del trabajo al aire libre. Las modernas operaciones forestales ya no satisfacen tales expectativas. Incluso para aquellos individuos cuyo perfil personal se ajustaba a las exigencias del trabajo bastante bien cuando empezaron, los rápidos cambios tecnológicos y estructurales que se han venido produciendo en el trabajo forestal desde los inicios del decenio de 1980 han creado importantes dificultades. Los traba- jadores incapaces de adaptarse a la mecanizaciónya su posición de contratistas independientes suelen verse marginados. Para reducir la incidencia de tales inadaptaciones, el Laboratorio de Ergonomía de la Universidad de Concepción de Chile ha desarrollado una estrategia de selección de trabajadores forestales, teniendo en cuenta las necesidades de la industria, aspectos sociales y criterios psicológicos.
Todo sobre las Industrias y como realizar la Seguridad Industrial
martes, 8 de febrero de 2011
lunes, 7 de febrero de 2011
Panaderia Condiciones de trabajo
Las condiciones de trabajo en las panaderías artesanales pueden presentar las características siguientes: trabajo nocturno que comienza a las 2 o las 3 de la madrugada, sobre todo en los países mediterráneos, donde la masa se prepara por la noche; instalaciones plagadas de parásitos como cucarachas, ratones y ratas, que pueden ser portadores de microorganismos patógenos (deben utilizarse materiales de construcción apropiados para garantizar que las instalaciones se mantienen en un estado de higiene adecuado); reparto del pan a domicilio, que no siempre se efectúa en las condiciones de higiene oportunas y que puede obligar a soportar un carga de trabajo excesiva; remuneración escasa complementada con la oferta de alojamiento y manutención.
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INDUSTRIA ALIMENTARIA
domingo, 6 de febrero de 2011
Panaderias Produccion
La fabricación de pan consta de tres fases principales: mezcla y moldeo, fermentación y cocción. Tales procesos se llevan a cabo en áreas de trabajo diferentes, como son el almacén de materias primas, la sala de mezcla y moldeo, las cámaras refrigeradas y fermentación, el horno, la sala de refrigeración y la zona de envolvimiento y empaquetado. Las instalaciones para la venta suelen encontrarse anexas a los lugares de fabricación.
Para elaborar la masa, se combinan harina, agua, sal y levdura. La mezcla a mano ha sido sustituida en buena medida por la utilización de mezcladoras mecánicas. Las batidoras se utilizan en la fabricación de otros productos. La masa se deja fermentar en una atmósfera cálida y húmeda y, posteriormente, se divide, pesa, moldea y cuece (véase la Figura 67.8).
Los hornos de producción a pequeña escala son del tipo de hogar fijo, con transferencia de calor directa o indirecta. En el primer caso, el revestimiento refractario se calienta de modo intermitente o continuo antes de cada carga. Los gases gene- rados pasan a la chimenea a través de orificios ajustables situados en la parte posterior de la cámara. En el tipo indirecto, la cámara se calienta con el vapor que pasa por los conductos situados en la pared de la misma o mediante la circulación de aire caliente forzada. El horno puede ser alimentado con madera, carbón, petróleo, gas ciudad, gas de petróleo licuado o electricidad. En las áreas rurales, aún se encuentran hornos con hogares calentados directamente por hogueras de leña. El pan se introduce en el horno con la ayuda de palas o bandejas. El inte- rior puede iluminarse de forma que pueda observarse el pan en plena cocción a través de las ventanas de la cámara. Durante la cocción, el aire de la cámara se carga con el vapor de agua generado por el producto y/o introducido en forma de vaho. El exceso de este vapor suele perderse por la chimenea, aunque también puede dejarse abierta la puerta del horno.
Para elaborar la masa, se combinan harina, agua, sal y levdura. La mezcla a mano ha sido sustituida en buena medida por la utilización de mezcladoras mecánicas. Las batidoras se utilizan en la fabricación de otros productos. La masa se deja fermentar en una atmósfera cálida y húmeda y, posteriormente, se divide, pesa, moldea y cuece (véase la Figura 67.8).
Los hornos de producción a pequeña escala son del tipo de hogar fijo, con transferencia de calor directa o indirecta. En el primer caso, el revestimiento refractario se calienta de modo intermitente o continuo antes de cada carga. Los gases gene- rados pasan a la chimenea a través de orificios ajustables situados en la parte posterior de la cámara. En el tipo indirecto, la cámara se calienta con el vapor que pasa por los conductos situados en la pared de la misma o mediante la circulación de aire caliente forzada. El horno puede ser alimentado con madera, carbón, petróleo, gas ciudad, gas de petróleo licuado o electricidad. En las áreas rurales, aún se encuentran hornos con hogares calentados directamente por hogueras de leña. El pan se introduce en el horno con la ayuda de palas o bandejas. El inte- rior puede iluminarse de forma que pueda observarse el pan en plena cocción a través de las ventanas de la cámara. Durante la cocción, el aire de la cámara se carga con el vapor de agua generado por el producto y/o introducido en forma de vaho. El exceso de este vapor suele perderse por la chimenea, aunque también puede dejarse abierta la puerta del horno.
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INDUSTRIA ALIMENTARIA
sábado, 5 de febrero de 2011
PANADERIAS
La fabricación de alimentos a partir de féculas y azúcares se realiza en las panaderías y en los centros de producción de galletas, pasteles y tartas. Los riesgos para la salud y la seguridad que plantean las materias primas, las instalaciones, los equipos y los procesos de fabricación en estos centros son similares. El artí- culo se centra en las pequeñas panaderías y se abordan las cuestiones relacionadas con la elaboración de pan y otros productos afines.
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INDUSTRIA ALIMENTARIA
viernes, 4 de febrero de 2011
El cesto oscilante
El cesto oscilante se utiliza para elevar agua desde un canal de regadío (vé ase la Figura 64.17). Su capacidad es de 4 a 6 l y la frecuencia de manejo de 15 a 20 oscilaciones/minuto. Dos operarios trabajan en á ngulo recto a la direcció n del movi- miento del cesta. El trabajo requiere una actividad física pesada, con posturas y movimientos incó modos.
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AGRICULTURA
jueves, 3 de febrero de 2011
Riego
El riego es un requisito previo para el cultivo intensivo en regiones á ridas y semiá ridas. Desde tiempos inmemorables se han utilizado variados dispositivos para la elevació n de agua. La elevació n de agua mediante mé todos manuales es un trabajo físicamente agotador. A pesar de la disponibilidad de bombas de agua (elé ctricas o a motor), son muy utilizados los dispositivos manuales (p. ej. cestos oscilantes, elevador hidrá ulico compensado, ruedas hidrá ulicas, bombas de cangilones y lavanderas, bombas de vaivén).
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AGRICULTURA
miércoles, 2 de febrero de 2011
Protección de las plantas: El pulverizador basculante
El pulverizador basculante funciona gracias al movimiento basculante (hacia adelante y hacia atrá s) de la palanca del mango.
Cuando se transportan sobre los hombros durante largos períodos, las vibraciones de los pulverizadores de mochila/aplicadores de productos químicos tienen efectos perjudiciales sobre el cuerpo humano. La pulverizació n con un pulverizador de mochila supone un riesgo de exposició n de la piel (las piernas reciben el 61 % de la contaminació n total, las manos el 33 %, el tronco el 3 %, la cabeza el 2 % y los brazos el 1%)
(Bonsall 1985). La ropa de protecció n personal (incluidos guantes y botas) puede reducir la contaminació n dé rmica de los plaguicidas (Forget 1991, 1992). El trabajo es extenuante, debido
a la carga sobre la espalda y el movimiento continuo del mango del pulverizador (20 a 30 golpes/minuto); a todo esto se une la carga termorreguladora debido a la ropa protectora. El peso
y la altura del pulverizador, la forma del depó sito, el sistema de montaje y la fuerza requerida para accionar la bomba son aspectos ergonó micos importantes.
Cuando se transportan sobre los hombros durante largos períodos, las vibraciones de los pulverizadores de mochila/aplicadores de productos químicos tienen efectos perjudiciales sobre el cuerpo humano. La pulverizació n con un pulverizador de mochila supone un riesgo de exposició n de la piel (las piernas reciben el 61 % de la contaminació n total, las manos el 33 %, el tronco el 3 %, la cabeza el 2 % y los brazos el 1%)
(Bonsall 1985). La ropa de protecció n personal (incluidos guantes y botas) puede reducir la contaminació n dé rmica de los plaguicidas (Forget 1991, 1992). El trabajo es extenuante, debido
a la carga sobre la espalda y el movimiento continuo del mango del pulverizador (20 a 30 golpes/minuto); a todo esto se une la carga termorreguladora debido a la ropa protectora. El peso
y la altura del pulverizador, la forma del depó sito, el sistema de montaje y la fuerza requerida para accionar la bomba son aspectos ergonó micos importantes.
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