sábado, 29 de noviembre de 2008

PERFIL GENERAL (III)


Casi todos los árboles destinados a la fabricación de productos y estructuras de madera se transforman primero en las serrerías. Por consiguiente, en todas las regiones del mundo donde se utiliza madera con fines industriales existen serrerías. La Tabla 71.1 presenta las estadísticas de 1990 relativas al volumen de madera cortada para combustible y usos industriales en los principales países productores de cada continente, así como los volúmenes cortados en troncos para el aserrado de chapa, que es una subcategoría de madera industrial y consti- tuye una materia prima para las industrias descritas en el presente capítulo. En los países desarrollados, la mayoría de la madera cortada se destina a usos industriales: se incluyen aquí los troncos para el aserrado de chapa, pasta de madera, astillas, partículas y residuos. En 1990, tres países —Estados Unidos, la antigua URSS y Canadá— produjeron más de la mitad del total de la madera industrial del mundo, así como más de la mitad de los troncos destinados a aserraderos de chapa. En cambio, en muchos de los países en desarrollo de Asia, Africa y Sudamérica, la mayoría de la madera cortada se utiliza para combustible.
La Tabla 71.2 indica los principales productores mundiales de madera maciza elaborada, contrachapado, tableros de partículas y tableros de fibra. Los tres mayores productores de madera industrial también representan en total más de la mitad de la producción mundial de tableros de madera maciza y se cuentan entre los cinco primeros en cada una de las categorías de tableros manufacturados. El volumen de tableros manufacturados en todo el mundo es relativamente pequeño en compara- ción con el de tableros de madera maciza, pero las industrias de tableros manufacturados crecen a mayor velocidad. Mientras que la producción de tableros de madera maciza aumentó un 13 % entre 1980 y 1990, los volúmenes de contrachapado, tableros de partículas y tableros de fibra crecieron el 21 %, 25 % y 19 % respectivamente.
La proporción de trabajadores de la población activa empleados en las industrias de productos de la madera es generalmente de un 1 % o menos, incluso en países con una gran industria forestal, como Estados Unidos (0,6 %), Canadá (0,9 %), Suecia (0,8 %), Finlandia (1,2 %), Malasia (0,4 %), Indonesia (1,4 %) y Brasil (0,4 %) (OIT, 1993). Aunque puede haber algunas serrerías situadas cerca de áreas urbanas, la mayoría tienden a situarse cerca de los bosques de los que obtienen sus troncos, y muchas se emplazan en comunidades pequeñas y a menudo aisladas, donde en ocasiones son la única fuente importante de empleo y el componente más importante de la economía local.
La industria maderera emplea a centenares de miles de trabajadores en todo el mundo, aunque resulta difícil calcular cifras exactas a escala internacional. En 1987 había en Estados Unidos180.000 personas trabajando en serrerías y talleres de cepillado,59.000 en la fabricación de contrachapado y 18.000 en la fabricación de tableros de partículas y de fibra (Oficina del Censo, 1987). En 1991 había en Canadá 68.400 personas trabajando en serrerías y talleres de cepillado y 8.500 en la fabricación de contrachapado (Statistics Canada, 1993). Aunque la producción de madera aumenta, el número de trabajadores de serrerías disminuye a consecuencia de la mecanización y la auto- matización. El número de trabajadores de serrerías y talleres de mecanizado en Estados Unidos era un 17 % mayor en 1977 que en 1987, y en Canadá era un 13 % mayor en 1986 que en 1991. Se han observado reducciones similares en otros países, como Suecia, donde se están eliminando las operaciones más pequeñas y menos eficientes en favor del trabajo en talleres de mucha mayor capacidad y provistos de modernos equipos. La mayoría de los puestos de trabajo eliminados correspondían a tareas de baja cualificación, como las de clasificación o avance de la madera.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Protección de los trabajadores: Exposición a partículas

. Para controlar la exposición a partículas deben utilizarse procedimientos simples de gestión, como los equipos de alimentación automática diseñados para eliminar el máximo posible de polvo. La adición de grasa extra a la dieta, la limpieza frecuente y con máquinas de las instalaciones y la insta- lación de suelos de rejilla que se limpian con facilidad, son medidas de control de probada eficacia. En la actualidad se está estudiando un sistema de control del polvo mediante vaporización de aceite, que probablemente estará disponible en el futuro. Aparte del control técnico, se debe llevar una mascarilla para el polvo que sea de buena calidad.

martes, 25 de noviembre de 2008

Protección de los trabajadores: Exposición aguda al ácido sulfhídrico

Hay que tener cuidado para evitar la exposición al H2S que puede producirse al agitar un tanque de depósito de estiércol líquido anaerobio. Si el depósito está debajo de la instalación, mientras dure el vaciado y en las horas siguientes es mejor permanecer fuera hasta que el análisis de una muestra de aire indique que es seguro. Durante este tiempo hay que poner la ventilación al máximo. Nunca se debe entrar en un depósito de estiércol líquido sin tomar las medidas mencionadas.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Control y prevención de riesgos


Las operaciones de corta merecen una mención especial, ya que puede afirmarse que es la fuente más clara y común de riesgos asociados al aprovechamiento de productos forestales no made- reros. Van ligados a la elección de las herramientas apropiadas y
a la calidad de las mismas, al tamaño y al tipo de corte requerido,
a la fuerza necesaria para realizar el corte, a la posición del trabajador y a su actitud.
En general, los riesgos de las operaciones de corta pueden reducirse o mitigarse mediante:
• formación directa sobre el trabajo: elección de herramientas apropiadas, mantenimiento y afilado de las herramientas y formación del trabajador con respecto a las técnicas biomecánicas apropiadas,
• formación en materia de organización del trabajo: planificación del trabajo, evaluación de riesgos y de seguridad, preparación de la zona y atención permanente del trabajador a la faenaya sus alrededores.
El objetivo de una buena formación con respecto a la técnica y los principios del trabajo debe ser: la planificación apropiada de éste, la implantación de medidas preventivas, el reconocimiento de los riesgos y medidas activas para evitarlos y la minimización de lesiones en caso de accidente.

viernes, 21 de noviembre de 2008

APROVECHAMIENTO DE PRODUCTOS FORESTALES NO MADEREROS


Entorno de trabajo

Son muchos los riesgos asociados al aprovechamiento de productos forestales no madereros, debido a la gran diversidad de éstos. A fin de definir mejor los riesgos, los productos no madereros pueden agruparse por categorías, con algunos ejemplos representativos. Así pueden identificarse con más facilidad los riesgos asociados a su obtención (véase la Tabla 68.2).
La explotación de productos no madereros se realiza por varias razones (subsistencia, usos comerciales o de ocio) y para cubrir diversas necesidades, lo que a su vez afecta a los riesgos asociados a la recogida. Por ejemplo, el recolector de setas aficionado tiene muchas menos probabilidades de exponerse a condiciones climáticas severas por estar al aire libre que el recolector comercial, quien se gana la vida con esta actividad y compite por un producto limitado a una cierta temporada.
La escala de las operaciones de explotación no madereras es variable, con efectos positivos y negativos en términos de posibles riesgos. Por naturaleza, el aprovechamiento no maderero suele estar a cargo de pequeños empresarios o de personas que se ganan la vida con ello. La seguridad de un trabajador solitario en lugares remotos es más problemática que la del que no lo está. La experiencia individual influye en la situación. Puede ocurrir una emergencia u otro acontecimiento que exija la intervención directa de asesores externos en materia de seguridad y salud. Con todo, ciertos productos no madereros se han comercializado, prestándose incluso al cultivo en plantaciones, como es el caso del bambú, las setas, los pertrechos navales de goma, ciertos frutos secos y el caucho, por nombrar algunos. En teoría, es más probable que las operaciones sujetas a comercialización proporcionen información sistemática en materia de salud y seguridad en el curso del trabajo, prestándole mayor atención.
En conjunto, los productos enumerados, el entorno forestal en el que existen y los métodos necesarios para obtenerlos pueden ir ligados a ciertos riesgos inherentes para la salud y la seguridad. Tales riesgos son bastante elementales, porque se derivan de acciones muy comunes, como trepar, cortar con herramientas de mano, cavar, recolectar, seleccionar y transportar manual- mente. Además, el aprovechamiento de un determinado producto alimentario puede incluir la exposición a agentes biológicos (plantas de superficie venenosa o serpientes venenosas), peligros biomécanicos (p. ej., debidos a movimientos repetitivos o al acarreo de cargas pesadas), condiciones climatológicas adversas, peligros para la seguridad derivados de las herramientas y técnicas utilizadas (como una laceración provocada por una técnica de corte negligente) y otros muchos que pueda entrañar un terreno abrupto, el atravesar un río o el trabajo a cierta altura del suelo).
Como los productos no madereros no suelen prestarse a la mecanización y su coste suele ser prohibitivo, la insistencia en su aprovechamiento manual o en el uso de animales de tiro para su aprovechamiento y transporte resulta desproporcionada en comparación con otras industrias.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Riesgos y su prevención (I)

La elaboración de la carne registra una de las mayores tasas de accidentes de la industria en conjunto. Un trabajador puede lesionarse por el contacto con los animales en movimiento que son trasladados en el redil al centro de producción. Debe impartirse al personal una formación adecuada sobre la manipulación de animales vivos y se recomienda una exposición mínima del trabajador en esta parte del proceso. Las pistolas utilizadas para aturdir a los animales pueden dispararse de modo prematuro o involuntario mientras los trabajadores tratan de calmarlos. La caída y las reacciones debidas al sistema nervioso en los animales aturdidos que provocan sacudidas suponen un riesgo para los trabajadores próximos. Además, en numerosas operaciones se utilizan ganchos, cadenas y raíles de vagonetas de transporte para trasladar los productos de una fase a otra del proceso, lo que constituye un riesgo de caída de éstos y de las canales.
Es necesario un mantenimiento adecuado de todos los equipos (en especial de los utilizados para transportar la carne), que han de comprobarse con frecuencia y repararse cuando sea oportuno. Deben adoptarse dispositivos de protección en la armas de golpeo, como interruptores de seguridad y medidas que garanticen la imposibilidad de un retroceso. Los trabaja- dores que llevan a cabo las tareas de golpeo y degüello deben ser instruidos acerca de los peligros de su puesto y equipados con cuchillos protegidos y dispositivos de protección para evitar las lesiones. En las operaciones de degüello deben emplearse defensas de brazos, guantes de malla y cuchillos protegidos especiales.
Tanto en el sacrificio como en diversas fases de la elaboración, se utilizan cuchillos de mano y otros dispositivos cortantes. Entre los de carácter mecánico figuran las cuchillas para cabezas y huesos, los tiradores de hocicos, las sierras eléctricas de banda o circulares, los cuchillos de hoja circular eléctricos o de aire comprimido, las trituradoras y las máquinas elaboradoras de tocino. Son tareas que registran una tasa de lesiones elevada, desde los cortes con cuchillos hasta las amputaciones, debido a la velocidad a la que operan los trabajadores, el peligro inherente a las herramientas empleadas y la naturaleza con frecuencia resbaladiza del producto derivado de los procesos en que intervienen grasas o líquidos. Los trabajadores pueden cortarse con sus propios cuchillos o con los de sus compañeros durante el proceso de preparación de la carne (véase la Figura 67.3).
Las operaciones mencionadas exigen la utilización de equipos de protección que incluyan casco, calzado, guantes y delantales de malla, defensas de la muñeca y el antebrazo y delantales impermeables. Puede ser necesario el empleo de gafas protec- toras en las actividades de deshuesado, preparación y corte, con el fin de evitar la entrada de cuerpos extraños en los ojos de los trabajadores. No deben utilizarse guantes de malla metálica al usar sierras motorizadas o eléctricas de cualquier tipo. Tanto éstas como otras herramientas motorizadas deben disponer de las salvaguardas pertinentes, como protectores de la hoja e interruptores de apagado. Las ruedas dentadas, cadenas, cintas transportadoras y otros dispositivos sin protección pueden constituir un riesgo. Todos ellos deben dotarse de los mecanismos de defensa oportunos. Asimismo, los cuchillos de mano también deben contar con protectores para evitar que la mano se deslice de la empuñadura a la hoja. La formación y la disposición del espacio suficiente entre trabajadores son necesarios para desempeñar las distintas tareas con seguridad.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Elaboración

Una vez refrigeradas, las mitades de la canal se dividen en los cuartos delanteros y traseros. Después, estas piezas vuelven a subdividirse en piezas principales, de acuerdo con las especifica- ciones del cliente. Algunos cuartos se elaboran para su entrega como delanteros o traseros sin otras modificaciones significativas; pueden pesar de 75 a 125 kg. Muchos centros de producción
(en Estados Unidos, la mayoría) realizan más fases en la elaboración de la carne (otras sólo realizan esta parte del proceso y reciben la carne de los mataderos). Los productos de estos centros se transportan en cajas de unos 30 kg de peso.
Los cortes se realizan a mano o con sierras eléctricas en función de las necesidades, normalmente después de efectuar las operaciones oportunas para retirar la piel. Asimismo, muchos centros utilizan grandes trituradoras con el fin de obtener carne picada para hamburguesas, etcétera. La realización de otras tareas de elaboración pueden exigir el empleo de equipos como prensas para tocino, tambores giratorios para jamón cocido y extrusores, máquinas para rebanar tocino, dispositivos eléctricos para ablandar la carne y cámaras de ahumado. Las cintas trans- portadoras y las barrenas helicoidales suelen utilizarse para trasladar los productos. Las áreas de elaboración se mantienen a temperaturas que se sitúan en torno a los 4 °C. Los despojos como el hígado, el corazón, las mollejas, la lengua y las glándulas se tratan en una zona independiente.

Muchos centros de producción llevan a cabo un tratamiento inicial de las pieles antes de enviarlas para su curtido.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Lesiones no mortales

Las lesiones no mortales son tambié n bastante frecuentes en la industria pesquera (vé ase la Tabla 66.2). Las partes del cuerpo má s afectadas son las manos, las extremidades inferiores, la cabeza y el cuello y las extremidades superiores, seguidas del pecho, la columna vertebral y el abdomen, en orden decreciente de frecuencia. Los tipos de traumatismos más comunes son heridas abiertas, fracturas, tensiones, esguinces y contusiones. Numerosas lesiones no mortales pueden ser graves, provocando, por ejemplo, la amputación de dedos, manos, brazos y piernas, así como lesiones en la cabeza y el cuello. Las infecciones, laceraciones y traumatismos menores de las manos y dedos son sumamente frecuentes y a menudo el mé dico del barco recomienda el tratamiento con antibió ticos en todos los casos.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Accidentes mortales


Los accidentes mortales en el mar pueden estudiarse fá cilmente a travé s de los registros de mortalidad, pues en los certificados de segú n la Clasificació n internacional de enfermedades y se indica si la lesió n se sufrió mientras la víctima estaba empleada a bordo. Las tasas de mortalidad por accidente laboral de los trabajadores de la industria pesquera son altas, má s altas que las de muchos otros grupos profesionales en tierra. En la Tabla 66.1 se muestra el índice de mortalidad por 100.000 por causa de accidente laboral en varios países. Las lesiones mortales se clasifican tradi- cionalmente en: 1) accidentes individuales (es decir, individuos que caen al mar, son barridos de cubierta por la mar brava o sufren lesiones mortales causadas por la maquinaria) y 2) individuos perdidos por accidentes del buque (naufragio, vuelco, buques perdidos, explosiones e incendios). Ambas categorías está n relacionadas con las condiciones meteoroló gicas. El número de accidentes sufridos por individuos superan a los demás. La seguridad de un buque depende de su diseño, tamaño y tipo, así como de factores como la estabilidad, el francobordo, la estanqueidad y la protección estructural contra incendios. Una navegación negligente o errores de juicio pueden causar accidentes a los buques, y la fatiga producida por los turnos prolongados tambié n desempeñ a un papel y es causa importante de accidentes personales.
La reducció n de los accidentes en los buques má s modernos puede deberse a una mayor eficiencia té cnica y humana. La formación del personal, un mejor uso de los sistemas de flotación, una vestimenta adecuada y el empleo de monos de trabajo flotantes pueden aumentar las probabilidades de rescate en caso de accidente. En la industria pesquera en general, puede ser necesario un uso má s extendido de otras medidas de seguridad, como líneas de seguridad, casco y calzado de seguridad, tal como se expone en otra sección de esta Enciclopedia.

martes, 11 de noviembre de 2008

Electricidad

Debido a las condiciones de humedad reinantes, las instalaciones y el equipo elé ctrico necesitan una protección especial, y esto se aplica sobre todo a los aparatos portá tiles. Donde se precise, se deben instalar interruptores de circuitos conectados a tierra para las averías y, donde sea posible, utilizar voltajes bajos, especialmente en las lá mparas portá tiles de inspecció n. El vapor se utiliza mucho, por lo que son frecuentes las quemaduras y escaldaduras; se debe proporcionar aislamiento y protección a las tuberías y a los cierres de seguridad de las válvulas de vapor, que evitará n la liberación accidental de vapor.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Maquinaria para la Industria de la Cerveza

Si la malta se almacena en silos, la abertura debe estar protegida y han de cumplirse obligatoriamente las normas en materia de entrada de personal, tal como se describe en el recuadro sobre espacios confinados de este capítulo. Las má quinas transportadoras se usan mucho en las plantas de embotellado; se puede evitar que los trabajadores queden enganchados entre las correas y tambores utilizando protecciones de maquinaria eficaces. Debe adoptarse un programa eficaz sobre bloqueo de má quinas y carteles de advertencia con fines de mantenimiento y reparació n. Donde existan vías de paso a travé s o por encima de las cintas transportadoras, se deben instalar botones de parada. En el proceso de llenado, las botellas que estallan pueden ocasionar lesiones muy graves; protecciones adecuadas para la maquinaria y protectores faciales, guantes de goma, delantales de goma y botas antideslizantes para los trabajadores pueden prevenir las lesiones.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Educación de los trabajadores

Evaluación de las necesidades
La primera etapa en el desarrollo del programa de educació n era la evaluació n de necesidades o la “fase de escucha”, para identificar los problemas y obstá culos a un cambio real, reconocer los factores que podían facilitar el cambio, definir valores y creencias en los trabajadores agrícolas e identificar exposiciones y experiencias peligrosas que tenían que incorporarse al programa. El equipo del proyecto de Nicaragua recurrió a inspecciones in situ para observar las prá cticas de trabajo y las fuentes de exposición de los trabajadores a los plaguicidas. Se tomaron fotografías de los lugares y las prá cticas de trabajo con fines de documentación, aná lisis y debate durante las sesiones educativas. El equipo prestó también atención a los problemas emocionales que podían constituir barreras para la acción: la frustración de los trabaja- dores por una protecció n personal inadecuada, la ausencia de jabó n o agua o la inexistencia de alternativas seguras a los plaguicidas utilizados.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

EDUCACION DE LOS TRABAJADORES AGRICOLAS SOBRE LOS PLAGUICIDAS: ESTUDIO DE UN CASO

En la finca San Antonio, varios trabajadores se intoxicaron al aplicar el plaguicida Lannate. Una investigació n del caso reveló que habían utilizado fumigadores colgados en la espalda sin llevar prendas protectoras, guantes o botas. El empleador nunca les había proporcionado el equipo necesario y tampoco disponían de jabón ni duchas. Después de las intoxicaciones, se obligó al empleador a emprender las acciones correctoras oportunas.
Cuando el Ministerio de Sanidad realizó una inspección de seguimiento, descubrió que muchos trabajadores seguían sin utilizar prendas ni equipos protectores. Cuando les preguntaron la razó n, algunos respondieron que el equipo les daba demasiado calor y era incó modo. Otros explicaron que habían trabajado así durante añ os y que nunca habían tenido problemas. Algunos comentaron que no necesitaban el equipo porque bebían grandes vasos de leche después de aplicar los plaguicidas.
Esta experiencia, que tuvo lugar en Nicaragua, es común en muchas partes del mundo e ilustra la necesidad de un programa eficaz de educació n de los trabajadores agrícolas. La educació n debe ir acompañ ada de la creación de un entorno de trabajo seguro y de la aplicació n de la legislación vigente, aunque tambié n tienen que considerarse las barreras que existen para la adopció n de unas prá cticas de trabajo seguras e incorporarlas a los programas de educació n. Estas barreras, como un entorno de trabajo poco seguro, la ausencia de equipos protectores y actitudes y creencias que no promueven la salud, deben abordarse directamente en las sesiones educativas y diseñ ar estrategias para su eliminación.
En este artículo se describe un programa de educación orientado a la acción incorporado a dos proyectos multidisciplinarios para solucionar los problemas de la intoxicació n de los trabaja- dores agrícolas por plaguicidas. Estos proyectos fueron desarrollados en Nicaragua por CARE, Nicaragua y el American Friends Service Committee (entre 1985 y 1989) y en la region centroamericana por la Organización Internacional del Trabajo (OIT, desde 1993 hasta la actualidad). Ademá s de su clara orientación educativa, el proyecto de Nicaragua desarrolló mé todos perfeccionados para mezclar y cargar los plaguicidas, un plan de vigilancia mé dica para diagnosticar en los trabajadores un exceso de exposició n a los plaguicidas y un sistema para recabar datos epidemioló gicos (Weinger y Lyons 1992). En su proyecto
multifacé tico, la OIT insistió en la necesidad de mejoras legisla- tivas, formació n y creació n de una red regional de educadores sobre los plaguicidas.
Los elementos bá sicos de ambos proyectos fueron la evaluación de las necesidades de educació n para adaptar el contenido del programa a la audiencia diana, el uso de una serie de mé todos de enseñ anza participativos (Weinger y Wallerstein 1990) y la elaboración de un manual para el educador y materiales didá cticos para facilitar el proceso de aprendizaje. Los temas tratados fueron los efectos de los plaguicidas en la salud, los síntomas de la intoxicació n por plaguicidas, los derechos de los trabajadores, los recursos y un componente de resolución de problemas que analizaba los obstá culos para un trabajo seguro y la manera de superarlos.
Aunque existían muchas similitudes entre los dos proyectos, el de Nicaragua hacía hincapie en la educación de los trabajadores, mientras que el proyecto regional se centraba en la formación de los educadores. En este artículo se ofrecen algunas directrices para la formació n tanto de los trabajadores como de los educadores.

domingo, 2 de noviembre de 2008

PERFIL GENERAL (II)

Los tableros manufacturados y de madera maciza pueden elaborarse a partir de una gran variedad de especies arbóreas. La elección se hace según la forma y el tamaño del árbol, las características físicas de la madera en sí, como su solidez o resistencia al deterioro, y sus propiedades estéticas. Se denomina madera dura la procedente de especies frondosas o de hojas anchas, clasificadas botánicamente como angiospermas, mientras que se conoce como madera blanda la que se obtiene de las coníferas o árboles de hojas aciculares, clasificados botánicamente como gimnospermas. Muchas maderas duras y algunas blandas que crecen en las regiones tropicales suelen recibir el nombre de maderas tropicales o exóticas. Aunque la mayoría de la madera cortada en todo el mundo (el 58 % del volumen) se obtiene de árboles no integrados en el grupo de las coníferas, gran parte de ella se consume como combustible, de modo que la mayoría de la que se destina a usos industriales (el 69 %) procede de coníferas (FAO, 1993). Esto puede reflejar en parte la distribución de los bosques en relación con el desarrollo indus- trial. Los mayores bosques de coníferas están emplazados en las regiones septentrionales de Norteamérica, Europa y Asia, mientras que los principales bosques de frondosas están situados tanto en regiones tropicales como templadas.