lunes, 30 de junio de 2008

Factores de riesgo para la salud

Los principales factores de riesgo en cada una de las diferentes
á reas de trabajo son:
· sustancias químicas
· temperaturas extremas; calor
· radiación no ionizante
· enfermedades infecciosas
· factores ergonómicos
· factores mecánicos
· factores psicosociales.

sábado, 28 de junio de 2008

Floricultura: Producción (II)

En la etapa posterior a la recolección —aparte de la selección y clasificación— las flores se cubren con plá stico, se les aplica un tratamiento sanitario y se embalan para su transporte.
Otras actividades secundarias consisten en vigilar la salud de las plantas para detectar plagas y enfermedades, obtener materias primas del almacén y mantener los hornos.

viernes, 27 de junio de 2008

Floricultura: Producción


La producción de flores cortadas tiene dos componentes esenciales:

1. el proceso de producción, que abarca todas las actividades directamente relacionadas con la generació n y el desarrollo del producto hasta el momento de su embalaje
2. las diversas actividades que ayudan a la producción, la comercialización y la distribución de flores cortadas.


El proceso de producción en sí mismo abarca tres fases: germinació n, cultivo y procedimientos posteriores a la recolecció n.
La germinación se realiza con plantas progenitoras a partir de
las cuales se obtienen esquejes para su cultivo.
Los esquejes de diferentes flores se plantan en lechos con un medio de enraizamiento. Los lechos se preparan con escoria tratada con vapor y productos químicos para desinfectar el medio de cultivo y facilitar el crecimiento de las raíces.
El cultivo tiene lugar en invernaderos que alojan los lechos del medio de enraizamiento donde las flores se plantan y crecen según se describe en el artículo “Operaciones de invernaderos y viveros” en este mismo capítulo y segú n se indica en la Figura 64.8. El cultivo incluye la preparació n del suelo, la plantació n de los esquejes (Figura 64.9) y la recogida de las flores.
La plantació n comprende un ciclo que comienza con la colo- cació n de los esquejes en el medio de enraizamiento y termina con la floración de la planta, abarcando las siguientes actividades: plantación, riego normal, riego por goteo con fertilizante, cultivo y escarda del suelo, poda de la yema de crecimiento de la planta para obligarla a ramificarse y obtener má s flores, preparación de las guías que mantienen la planta derecha y crecimiento, ramificació n y floració n de la planta.
La producció n concluye con la recogida de las flores y su clasificació n.

jueves, 26 de junio de 2008

FLORICULTURA

Desde principios del decenio de 1990, en muchos países y en diferentes continentes se ha desarrollado rá pidamente la floricultura como actividad econó mica. Su creciente importancia en los mercados de exportació n ha dado lugar al desarrollo integrado de los distintos aspectos de esta actividad, esto es, la producció n, tecnología, investigación científica, transporte y conservación.

martes, 17 de junio de 2008

Conclusión de los problemas de Salud y pautas patologicas en la ganaderia

El número de cabezas de ganado en todo el mundo ha crecido al mismo ritmo que la población humana. El total mundial es de unos 4.000 millones de cabezas de vacas, cerdos, ovejas, cabras, caballos, búfalos y camellos (Durning y Brough 1992). Sin embargo, hay una notable falta de datos sobre los problemas de salud humana relacionados con el ganado en regiones del mundo en desarrollo como China e India, donde vive la mayor parte del ganado en la actualidad y donde se espera que su crecimiento sea mayor. En todo caso, a la vista del crecimiento de la agricultura industrializada en todo el mundo, puede adelantarse que probablemente muchos de los problemas de salud documentados en la producción ganadera norteamericana y europea acompañarán a la producción ganadera industrializada en cualquier otra parte. También se prevé que los servicios sanitarios de esas zonas sean inadecuados para afrontar las consecuencias sanitarias y de seguridad de la producción industrializada de ganado que se han sido descritas aquí de modo general.
El crecimiento en todo el mundo de la producción industrializada de ganado, con sus consecuencias sanitarias para los cuidadores humanos, se acompañará de cambios fundamentales en el orden social, económico y político, comparables a los que se derivaron de la domesticación de los animales hace más de 10.000 años. La prevención de los problemas de salud de los seres humanos requerirá de una comprensión y una gestión apropiadas de estas nuevas formas de adaptación de los seres humanos, y del lugar que el ganado ha de ocupar en ellas.

domingo, 15 de junio de 2008

Métodos, equipos y riesgos comunes: Extracción (VII)

El transporte de cargas de trozas cortas, como en el caso de la madera para pasta o puntales en ciertas operaciones de aprovechamiento industrial, lo realizan todavía personas, sobre todo en la recolección de leña. Las cargas transportadas suelen exceder todos los límites recomendados, sobre todo en el caso de las mujeres, que son las que lo hacen. Su carga se vería aliviada si recibieran formación acerca de las técnicas apropiadas para evitar tensiones extremas en la columna vertebral y pudieran utilizar mochilas y similares para distribuir mejor el peso.
Los sistemas de extracción por cable difieren básicamente de otros sistemas de extracción en que la máquina no cambia de sitio. Las trozas se transportan por medio de un carro que se traslada por cables colgantes. Los cables se accionan con un cabrestante motorizado, también llamado malacate o torno de cable. La máquina se instala en el cargadero o en el extremo opuesto de la vía de cable, a menudo en lo alto de un cerro. Los cables se cuelgan por encima del suelo de uno o más “mástiles de amarre”, que pueden ser árboles o torres de acero. Hay muchos tipos diferentes de sistemas de cable: los portantes o cables-grúa llevan un carro que se traslada por la línea principal, pudiéndose soltar cable para permitir la introducción lateral de trozas en la línea, antes de levantarlas y transportarlas al carga- dero. Si el sistema permite la total suspensión de la carga durante el acarreo, las consecuencias para el suelo son mínimas. Como la máquina está fija, los sistemas de cable pueden utilizarse en pendientes y en suelo mojado. Los sistemas de cable son en general bastante más caros que el arrastre y requieren una cuidadosa planificación y operarios cualificados.
El montaje, el manejo y el desmontaje del sistema de cable entrañan riesgos, entre ellos, el impacto mecánico por deformación de la cabina o plataforma; la rotura de cables, anclajes, mástiles o soportes; los movimientos inadvertidos o incontrolados de cables, carros, bragas y cargas; y los aplastamientos, las rozaduras, etcétera, originados por las partes móviles. Entre los riesgos para la salud cabe citar el ruido, la vibración y las posturas de trabajo difíciles.
En los sistemas aéreos de extracción, las trozas quedan total- mente suspendidas en el aire durante todo el proceso. Los dos tipos que se utilizan en la actualidad son los sistemas de globos y los helicópteros, pero sólo está extendido el uso de los segundos. En el mercado existen helicópteros con capacidad para levantar alrededor de 11 toneladas. Las cargas van debajo del helicóp- tero, colgadas de un cable de entre 30 y 100 m de longitud, en función tanto de la topografía como de la altura de los árboles que debe sobrevolar el helicóptero. Las cargas se fijan con largas bragas y se llevan hasta el cargadero, donde se sueltan las bragas por control remoto desde la aeronave. Para sacar grandes trozas puede utilizarse un garabato accionado eléctricamente en lugar de las bragas. Por lo común, se tarda de dos a cinco minutos en cubrir el trayecto de ida y vuelta. Los helicópteros tienen un coste directo muy alto, pero también consiguen altas velocidades de producción y reducen o eliminan la necesidad de construir costosos caminos. Además, sus efectos en el medio ambiente son escasos. En la práctica, su uso está limitado a maderos de gran valor en regiones que de otro modo serían inaccesibles, o a otras circunstancias especiales.
Debido a las altas velocidades de producción necesarias para que este equipo resulte económico, en las operaciones con helicópteros se emplean muchos más trabajadores que con otros sistemas. Y se refiere tanto a los cargaderos como a las opera- ciones de corta. La saca forestal con helicópteros puede crear importantes problemas de seguridad, incluidos los accidentes mortales si no se toman precauciones y las plantillas no están bien preparadas.

viernes, 13 de junio de 2008

Frío y calor

En las áreas de trabajo de las industrias alimentarias se registran temperaturas extremas. Hay personas que deben desarrollar su actividad en cámaras frigoríficas con temperaturas de –18 °C o inferiores. Las ropas utilizadas en estos lugares ayudan a aislar al trabajador del frío, pero es necesario además disponer de salas de descanso acondicionadas en las que se puedan consumir bebidas calientes. Los centros de producción cárnica deben mantenerse a temperaturas que oscilan entre los 7 y los 10 °C. Es una banda que se encuentra por debajo del umbral de comodidad y es posible que los trabajadores necesiten utilizar ropas adicionales.
Los hornos y los cocedores de vapor generan calor radiante y húmedo. El estrés por calor puede producirse durante los cambios de estación y las olas de calor. El consumo abundante de líquidos y la salazón de los alimentos pueden aliviar los síntomas hasta que el trabajador se aclimate, normalmente transcurridos de5a 10 días. Las pastillas de sal no son recomendables debido a las complicaciones asociadas a la hipertensión y los trastornos gastrointestinales.

miércoles, 11 de junio de 2008

Buques pequeños de pesca

A bordo de los buques pequeñ os de pesca, los miembros de la tripulación suelen estar emparentados de varias maneras. Una tripulación puede estar formada por padre e hijo, por hermanos o por una mezcla de parentescos más o menos cercanos. En la tripulación puede haber otros miembros de la comunidad. Dependiendo de la disponibilidad de parientes masculinos o de las costumbres locales, las mujeres forman parte de la tripulación. Las esposas pueden trabajar en un buque con sus maridos o una hija puede formar parte de la tripulació n de su padre.
Una tripulació n es algo má s que un grupo de compañ eros de trabajo. Puesto que a menudo les unen lazos de parentesco, de vecindad y la vida en comunidad, el buque y la tripulació n está n integrados socialmente con la familia y la vida comunitaria en tierra. Estos lazos tienen un efecto bidireccional. La coopera- ció n en la pesca y la pertenencia a un buque también confirman
y reafirman otras relaciones sociales. Cuando un grupo de parientes pesca conjuntamente, un miembro de la tripulación no puede ser sustituido por un extrañ o, aun cuando sea una persona má s experimentada. Dentro de una red tan cerrada, los pescadores tienen seguridad en su puesto de trabajo. Por otra parte, esto también limita los cambios a otros buques por motivos de lealtad para con la propia familia.
Las polifacé ticas relaciones sociales mitigan los conflictos a bordo. Los pescadores a pequeñ a escala comparten un reducido espacio físico y están sometidos a condiciones naturales impredecibles y a veces peligrosas. En circunstancias tan exigentes puede resultar necesario evitar los conflictos abiertos. La autoridad del patrón tambié n se ve limitada por esta trama de relaciones.
En general, los buques de pequeñ a escala regresan a tierra cada día, lo que permite a los miembros de la tripulación interactuar con otras personas de forma perió dica, aunque sus hora- rios de trabajo pueden ser prolongados. El aislamiento es poco frecuente, pero puede afectar a los pescadores que navegan solos en su embarcació n. Sin embargo, la comunicació n por radio en el mar y las transmisiones de los buques que pescan en las cercanías disminuyen el efecto de aislamiento que conlleva trabajar solo en la pesca moderna a pequeñ a escala. Los procesos de aprendizaje y la seguridad a bordo está n marcadas por los lazos de parentesco y de localidad. Los miembros de la tripulación son responsable entre sí y dependen el uno del otro. Trabajar há bilmente y con responsabilidad puede ser de extrema importancia

lunes, 9 de junio de 2008

INDUSTRIA DE LICORES DESTILADOS

R.G. Aldi y Rita Seguin

Se pueden obtener licores destilados a partir de muchos mate- riales, entre los que se encuentran las masas fermentadas de cereales, los zumos de fruta fermentados, jugo de azú car de cañ a, melazas, miel y jugo de cactus. La fermentació n para elaborar vino y cerveza data de los añ os 5000 y 6000 a.C.; sin embargo, la historia de la destilació n es mucho má s reciente. Aunque no está claro dó nde se originó la destilació n, se atribuye a los alquimistas,
y su uso comenzó a extenderse en los siglos XIII y XIV. Los primeros usos fueron fundamentalmente farmacé uticos.

sábado, 7 de junio de 2008

Uso de plaguicidas en los invernaderos

Las enfermedades e insectos que atacan a las plantas pueden causar graves problemas a los trabajadores de los invernaderos. En general, es más fá cil prevenir estos dañ os que intentar erradicar la plaga despué s. Algunas plagas comunes en invernaderos son insectos, hongos, virus, bacterias y nematodos. Para combatirlas se aplican productos químicos (plaguicidas).
Existen muchos mé todos de aplicación de los plaguicidas para que sean eficaces. Los má s comunes son: pulverización de líquidos, nebulizació n, o distribución de nieblas, polvos, vapores, humos, aerosoles y grá nulos. Los pulverizadores constan de un recipiente con una mezcla de agua y plaguicida, dotado de un tubo flexible al que se ha conectado una boquilla rociadora. Al presionar, la mezcla se distribuye sobre las plantas en forma de gotas de líquido. Los nebulizadores utilizan una té cnica similar, pero las gotas resultantes son má s pequeñas. Los plaguicidas en polvo suelen liberarse al aire dejando que se depositen sobre la superficie de las plantas. Los vaporizadores utilizan dispositivos calefactores para generar gotas muy pequeñas diri- gidas a las plantas. Los humos de plaguicida se generan mediante la ignició n de un quemador y su introducción en un recipiente que contiene el compuesto químico.
Los aerosoles se introducen a presión en un envase provisto de un vá lvula que libera el producto a la atmó sfera cuando se abre. Finalmente, los plaguicidas en grano se depositan en el suelo y se riega a continuació n. El agua del riego los disuelve y trans- porta la sustancia química hasta las raíces de la planta, matando a los organismos en el mismo suelo o siendo absorbida por la planta y matando a los organismos que se alimentan de ella. Todos estos mé todos de aplicació n de plaguicidas conllevan el riesgo de exposición a la sustancia química. Las dos vías má s frecuentes de exposición son la piel (dérmica) y los pulmones (por inhalación). Otra, aunque menos comú n, es la ingestió n de alimentos y bebidas contaminadas con plaguicidas. Los trabajadores de los invernaderos que manipulan los productos químicos o las plantas fumigadas pueden intoxicarse si no adoptan las oportunas medidas de precaución.
Las intoxicaciones por plaguicidas pueden evitarse instalando sistemas de ventilació n adecuados en los invernaderos, utilizando los equipos de protección individual necesarios (trajes, guantes, respiradores, botas —véase la Figura 64.7) y manteniendo é stos en perfecto estado, respetando los tiempos recomendados antes de volver a entrar en el invernadero y siguiendo las instrucciones que aparecen en las etiquetas. Otras medidas de precaució n se basan en almacenar todos los plaguicidas en una zona cerrada bajo llave y bien ventilada, colocar carteles en las zonas donde se han fumigado las plantas e instruir a los trabajadores sobre los plaguicidas y las té cnicas correctas para su aplicación y manipulación. Finalmente, todos los trabajadores encargados de la aplicación de plaguicidas deben aprender unas té cnicas adecuadas para la eliminación de los productos ya inservibles y de los recipientes vacíos.

martes, 3 de junio de 2008

Problemas de salud en el trabajo relacionados con los artrópodos


Los artrópodos comprenden más de 1 millón de especies de insectos y miles de especies de otros animales, como garrapatas, ácaros, arañas, escorpiones y ciempiés. Las abejas, hormigas, avispas y escorpiones pican e inyectan veneno; los mosquitos y las garrapatas chupan sangre y transmiten enfermedades; las escamas y pelos de los cuerpos de los insectos pueden irritar los ojos y la piel, así como los tejidos de la nariz, la boca y el sistema respiratorio. Casi todas las picaduras que reciben los seres humanos se deben a abejas sociales
(abejorros, abejas de la miel). Otras picaduras se deben a avispas, avispones, tábanos y hormigas.
Los artrópodos pueden constituir un peligro para la salud en el centro de trabajo (véase la Tabla 70.6), pero los posibles peligros deri- vados de ellos no suelen ser exclusivos de ninguna ocupación concreta. Más bien, la exposición a artrópodos en el centro de trabajo depende de la localización geográfica, de las condiciones locales y de la estación del año. En la Tabla 70.7 figura una lista de algunos de estos peligros y sus correspondientes agentes. Para todos los peligros derivados de los artrópodos, la primera línea de defensa es la evitación
o exclusión del agente agresor. La inmunoterapia puede aumentar la tolerancia de una persona al veneno de artrópodo, y se consigue inyectando dosis crecientes de veneno a lo largo de un período de tiempo. Es eficaz en el 90 al 100 % de los individuos hipersensibles al veneno, pero comporta una ciclo indefinido de costosas inyecciones. En la Tabla 70.8 se recoge una lista de reacciones normales y alér- gicas a las picaduras de insectos.

domingo, 1 de junio de 2008

Métodos, equipos y riesgos comunes: Extracción (VI)


Los arrastradores de garabato van directamente hasta cada tronco o atado, levantan el extremo delantero de la carga y la arrastran hasta el cargadero. Los arrastradores con cabrestantes pueden trabajar desde caminos de arrastre. Sus cargas suelen juntarse con bragas, correas, cadenas o cables cortos que se fijan a trozas individuales. Un bragador prepara las trozas para el enganche y, cuando el arrastrador vuelve del cargadero, fija varias bragas al cable principal y utiliza el cabrestante para llevarlas al arrastrador. La mayoría de los arrastradores tienen un arco sobre el que puede levantarse el extremo delantero de la carga para reducir el rozamiento durante el arrastre. Si se utilizan arrastradores con cabrestantes mecánicos, es esencial que los operarios mantengan una buena comunicación a través de radios bidireccionales o señales ópticas o acústicas. Es nece- sario acordar señales claras; cualquier señal que no se comprenda significará “¡Parar!”. En la Figura 68.8 se ofrecen las propuestas para el uso de arrastradores con tornos mecánicos. Como regla práctica, los equipos de arrastre no deben utili- zarse en pendientes de más de 15°. Los tractores de orugas pueden emplearse para extraer árboles grandes en terrenos relativamente abruptos, pero si no se hace con cuidado, los daños a los suelos pueden ser notables. Por motivos ecológicos y de seguridad, todas las operaciones de arrastre deben suspenderse en condiciones climatológicas muy lluviosas. La extracción con animales de tiro es una opción viable desde el punto de vista económico cuando se trata de pequeños troncos, sobre todo en operaciones de clareo. Las distancias de arrastre deben ser cortas (por lo común 200 m o menos) y las pendientes suaves. Es importante utilizar arneses adecuados que proporcionen la máxima potencia de tracción, y dispositivos como palas de arrastre, ruedas de saca o narrias que reduzcan la resistencia al arrastre.

El arrastre manual es cada vez más infrecuente en la saca industrial, pero continúa practicándose en la saca de subsistencia, sobre todo con leña. Aunque las trozas suelen ser pequeñas, esta faena es muy pesada y puede ser peligrosa en pendientes abruptas. A fin de mejorar la eficacia y la seguridad se utilizan ganchos, palancas y otras herramientas de mano para levantar y tirar de las trozas. Los deslizaderos, tradicionalmente hechos con maderos, aunque también los hay en forma de semitubos de polietileno, son una alternativa al arrastre manual de trozas cortas en terreno abrupto.
Los recogedores son máquinas de extracción que transportan una carga de trozas completamente separada del suelo, ya sea dentro de su propio bastidor o en un remolque. Suelen tener una grúa mecánica o hidráulica para realizar la autocarga y descarga de las trozas. Tienden a utilizarse en combinación con equipos de apeo y transformación mecanizados. La distancia de extracción económica es de 2 a 4 veces la de los arrastradores. Los recogedores funcionan mejor si el tamaño de las trozas es más o menos uniforme.
Los accidentes con recogedores son similares a los de los trac- tores y otras máquinas forestales: vuelco, penetración y caída de objetos, líneas de corriente eléctrica y problemas de mantenimiento. Entre los riesgos para la salud cabe citar la vibración, el ruido y los aceites hidráulicos.